RINA LAZO Por Ingrid Roldán Martínez

Celebro la publicación del libro “Rina Lazo muralista mesoamericana. Una historia sobre tierras fértiles” de Fátima Anzueto, un trabajo importante, necesario, para conocer el legado de esta artista fallecida el 1 de noviembre del año pasado, justo el Día de los Santos en Guatemala, y que dejó como obra última el tema del Inframundo.

Para Rina Lazo, México fue el centro de su actividad, el país donde construyó una carrera, donde se casó con el también pintor Arturo García Bustos, formó su familia, pero siempre tuvo a Guatemala presente en su obra.

Rescato la última respuesta que Rina Lazo le dio a Fátima Anzueto en el libro:

Yo siempre me he considerado mesoamericana porque, realmente, Guatemala es una país que está tan ligado a México. Es Mesoamerica, la misma lengua, las mismas costumbres, lo mejor de nosotros viene del mundo prehispánico.

Fue ese mundo prehispánico que la fascinó y que la llevó a adentrarse tres meses en la selva lacandona para trabajar en los murales de Bonampak, en Chiapas. Pero, su relación con Guatemala fue más allá de esto. Volvió al país con cierta frecuencia, en momentos trascendentales. La mayoría de las veces venía acompañada de su esposo.

Su amigo, el antropólogo y arqueólogo Carlos Navarrete, escribió en la revista digital GazetaGT en octubre de 2019, sobre una de las visitas de los esposos García Lazo a Guatemala en 1952. Era sobre el taller de grabado que García Bustos dio en Guatemala:

Para echar andar el taller, Bustos y Rina dispusieron de las viejas instalaciones de la Escuela Nacional de Artes Plásticas. Trajeron herramientas y lo equiparon, desde mesas hasta materiales: linóleo, maderas y una mejor prensa. Las actividades no se redujeron a un taller de exclusivo aprendizaje y, debido a la convocatoria que generó tuvo entre artistas y escritores, derivó centro de discusión ideológica-estética acerca de la función del arte en la vida social y el papel que debe jugar como herramienta de lucha en las demandas populares. el Grupo Saker-Ti había publicado el documento “Por un arte nacional, democrático y realista” propuesta generacional inmersa en el debate. El retrato a línea de Huberto Alvarado, redactor del texto, se debe a Rina Lazo”.

Agrega Navarrete que “en sus obras pueden retratarse momentos importantes del movimiento sindical, de la promulgación del Decreto 900 que dio paso al reparto agrario y de los reclamos de las organizaciones femeninas; hay llamados para marchar el 1º de mayo avisos ilustrados del Banco Agrario”.

Ese florecer artístico de Guatemala se vio interrumpido con el din de la década de primavera. “Hasta el momento final, al producirse el derrumbe de aquel sueño democrático, la presencia de Arturo y Rina no ceso” anota Navarrete.

Más adelante, Rina Lazo trabaja en el mural Tierra fértil, encargado a la artista en 1954 para decorar el comedor del Club Italiano en Ciudad de Guatemala. Este mural fue trasladado de lugar por circunstancias Yo siempre me he considerado mesoamericana porque, realmente, Guatemala es una país que está tan ligado a México. Es Mesoamérica, la misma lengua, las mismas costumbres, lo mejor de nosotros viene del mundo prehispánico.

Fue ese mundo prehispánico que la fascinó y que la llevó a adentrarse tres meses en la selva lacandona para trabajar en los murales de Bonampak, en Chiapas. Pero, su relación con Guatemala fue más allá de esto. Volvió al país con cierta frecuencia, en momentos trascendentales. La mayoría de las veces venía acompañada de su esposo.

Su amigo, el antropólogo y arqueólogo Carlos Navarrete, escribió en la revista digital GazetaGT en octubre de 2019, sobre una de las visitas de los esposos García Lazo a Guatemala en 1952. Era sobre el taller de grabado que García Bustos dio en Guatemala:

Para echar andar el taller, Bustos y Rina dispusieron de las viejas instalaciones de la Escuela Nacional de Artes Plásticas. Trajeron herramientas y lo equiparon, desde mesas hasta materiales: linóleo, maderas y una mejor prensa. Las actividades no se redujeron a un taller de exclusivo aprendizaje y, debido a la convocatoria que generó tuvo entre artistas y escritores, derivó centro de discusión ideológica-estética acerca de la función del arte en la vida social y el papel que debe jugar como herramienta de lucha en las demandas populares. el Grupo Saker-Ti había publicado el documento “Por un arte nacional, democrático y realista” propuesta generacional inmersa en el debate. El retrato a línea de Huberto Alvarado, redactor del texto, se debe a Rina Lazo”.

Agrega Navarrete que “en sus obras pueden retratarse momentos importantes del movimiento sindical, de la promulgación del Decreto 900 que dio paso al reparto agrario y de los reclamos de las organizaciones femeninas; hay llamados para marchar el 1º de mayo avisos ilustrados del Banco Agrario”.

Ese florecer artístico de Guatemala se vio interrumpido con el din de la década de primavera. “Hasta el momento final, al producirse el derrumbe de aquel sueño democrático, la presencia de Arturo y Rina no ceso” anota Navarrete.

Más adelante, Rina Lazo trabaja en el mural Tierra fértil, encargado a la artista en 1954 para decorar el comedor del Club Italiano en Ciudad de Guatemala. Este mural fue trasladado de lugar por circunstancias que Fátima describe en el libro, y ubicado en la sede del Museo de la Universidad de San Carlos de Guatemala, en la zona 1.

En 1959 pinta el mural transportable Venceremos que muchos años después, en el año 2010, es exhibido en Ciudad de Guatemala junto al mural Gloriosa Victoria que hizo el maestro Diego Rivera sobre la intervención a Guatemala en 1954 y en el que colaboró Rina Lazo.

En 1999 se presenta en Guatemala el libro Sabiduría de manos, conversaciones con Abel Santiago. En el 2010 se exhiben en Guatemala, en la sala Luis Cardoza y Aragón de la Embajada de México, los paneles con las calcas de los murales de Bonampak

Muchas veces, durante las visitas que la pareja García Bustos hacia a Guatemala llegaron al MUSAC para reencontrarse con los grabados hechos en aquella década gloriosa. La maestra Lazo recibió la Orden del Quetzal en 2004. En 2017 recibió el reconocimiento “Artista del año” que otorga el Instituto de Cultura de la Asociación de Educación y Cultura “Alejandro von Humboldt” y la Fundación G&T Continental.

Al morir García Bustos ese mismo año 2017, la maestra Lazo perdió su compañero de toda la vida. La ultima vez que la vi yo estaba trabajando una serie de retratos titulada “Añejos” con la que buscaba hacer un homenaje a los artistas de larga trayectoria en el país. Llegué a galería El Áttico y, casualmente, allí estaba Rina Lazo. Le conté de mi proyecto y, amablemente accedió a que le tomara las fotos en el jardín de la galería. Ese retrato fue expuesto en el portal del Comercio para el Festival del Centro Histórico del 2012.

Artistas de la talla de Rina Lazo merecen todo el reconocimiento. Es aquí donde resalto toda la importancia del libro de Fátima Anzueto y de todo el trabajo de divulgación que está haciendo al reunirse con estudiantes, dar conferencias en bibliotecas y visitar medios de comunicación.

¡Enhorabuena!


Ingrid Roldán Martínez

Guatemala, 11 de marzo de 2020.



INGRID ROLDAN MARTÍNEZ - fotógrafa y periodista cultural guatemalteca.